Educación y progreso

Laura K.G. Mossakowski, CFP, no tenía más que dos años, pero aún recuerda la primera vez que entró a Encompass Early Education and Care, una organización que tendría una importancia monumental en la vida de su familia y una de las receptoras de las dos principales subvenciones globales, cada una por $50,000 USD, de la Fundación MDRT, en honor al voluntariado de los miembros patrocinadores.

“Un grupo de niños estaba aprendiendo y divirtiéndose con una mesa sensorial y rompecabezas, y había más juguetes de los que jamás había visto. Había un peluche de la Pantera Rosa tan grande que parecía que llegaba al techo. Recuerdo haberme acurrucado en él y no querer irme de ahí nunca”, rememora Mossakowski, miembro de MDRT desde hace 18 años de Green Bay, Wisconsin, EUA. “Sacaron un alimento untable con vegetales y frutas que nunca antes había probado. Ni siquiera sabía lo que era. Recuerdo haberme preguntado cómo es que tenían tanta comida. Las personas eran muy cálidas y cordiales, y hasta ese momento de mi vida, nunca había comido tantas cosas ni conocido tanta calidez”.

La madre de Mossakowski se había mudado recientemente con Laura, sus dos hermanas mayores (de cuatro y cinco años) y su hermano de un año de Milwaukee a Green Bay, ubicada a unas 100 millas de distancia, huyendo de un matrimonio abusivo y en busca de un ambiente más favorable, donde vivían sus abuelos, tías y tíos. Mossakowski y su hermano pronto comenzaron a asistir a la guardería de Encompass de tiempo completo. Recuerda la enorme diferencia mental, física y de desarrollo que supuso en su vida el recibir cuidados que nunca había conocido, alimentos nutritivos (descubrió que le encantaba el betabel) y recursos, como juegos sensoriales para aprender a procesar las emociones.

“A mis dos años, no había pronunciado palabra”, dijo Mossakowski, quien fue a esa guardería hasta que cumplió cinco años y entró al jardín de niños y, más adelante, a una guardería extraescolar, cuando tenía ocho años. “Luego de uno o dos meses, ya decía oraciones completas”.

Fue por ese gran impacto en su vida —incluido que el personal de Encompass animara a su madre a entrar a la universidad y conseguir un trabajo, cosas que nunca había hecho— que Mossakowski comenzó a ofrecerse como voluntaria desde que tenía 10 años. Ya en su vida adulta, aceptó la invitación de Encompass de formar parte de su consejo de administración, desde 2015 hasta la fecha, y fungió como presidenta de 2017 a 2020. En este último periodo, abrió un centro adicional en la comunidad vecina de Pulaski, y celebró el centenario de la organización.

Ampliación del alcance

Hoy en día, Encompass acoge a más de 1,200 niños de entre 6 y 13 años en sus siete centros de atención infantil, y planean abrir un octavo en 2024. Más de un tercio de las familias que los visitan recibe ayuda económica a través de su empleador, el gobierno o el programa de becas de Encompass. El dinero de la subvención de la Fundación MDRT financiará y ampliará el programa de paquetes de comida de fin de semana de Encompass, que proporciona alimentos sanos y económicos a los niños que comen poco o nada durante el fin de semana. Los paquetes ayudan inmensamente a que los niños se sientan sanos y con energía para aprender y divertirse cuando vuelven a Encompass el lunes.

Kamal N. Daya, CLU, ChFC, sin duda alguna, entiende el imperativo personal de llevar educación y recursos a quienes más los necesitan. En 2008, este miembro de MDRT desde hace 44 años de Dallas, Texas, EUA, fundó la Worldwide Education Fund (WEF) —la otra organización receptora de la subvención global por $50,000 USD de la Fundación MDRT— para mejorar la fluidez al hablar inglés en Asia central y del sur. Daya se propuso alcanzar este objetivo cuando, tras nacer en la India y trasladarse con su familia como refugiados a Bangladesh, llegó a Estados Unidos a los 18 años para estudiar en la Universidad de Wisconsin-Madison y se dio cuenta de que, aunque podía hablar inglés, no entendía del todo bien a otras personas que lo hablaban.

“Cuando les pregunto a migrantes que llegaron a Estados Unidos qué les hubiera ayudado, muchos responden que dominar el inglés”, relata Daya. Si dominas el inglés, puedes hacer cualquier cosa que desees y romper el silencio opresor de la pobreza generacional”.

A pesar de ello, no pudo cumplir la promesa que se hizo en la infancia de ayudar la región en la que nació cuando alcanzara el éxito hasta que volvió a India con su esposa, Connie, en 2006, para ayudar a algunas aseguradoras a capacitar a sus asesores y gerentes. Él y su esposa visitaron un orfanato que habían estado apoyando con unos cuantos cientos de dólares al año. “Has hablado por mucho, mucho tiempo sobre tomar acción, y hasta ahora, no te he visto hacer nada más que enviar algunos dólares”, le dijo Connie. “¿Cuándo harás algo?”.

Como resultado de esa conversación, la pareja fundó un laboratorio donde los niños pueden aprender inglés, la lengua que, de acuerdo con Daya, es importante conocer si quieres entrar al mundo de los negocios, ciencia y tecnología, y relacionarte con los miles de millones de angloparlantes distribuidos en todo el mundo. En 2015, una subvención de $25,000 USD de la Fundación MDRT ayudó al programa a expandirse por toda India y luego más allá, a otros países asiáticos como Bangladesh, Nepal, Pakistán, Sri Lanka y Tayikistán. Los casetes educativos pasaron a ser reproductores MP3 y, actualmente, a Zoom, lo que ha representado un gran cambio en la forma en la que los estudiantes aprenden en entornos digitales.

Aulas internacionales

En la actualidad, la WEF trabaja con cerca de 10,000 niños y cientos de adultos más en nueve países diferentes (incluidas zonas remotas con acceso mínimo a electricidad o Internet) con programas de enseñanza del inglés como segunda lengua para niños de 12 a 16 años impartida en directo por profesores estadounidenses a través de Zoom; un plan de estudios de inglés avanzado de nivel medio que aborda temas de negocios, viajes y turismo con el fin de que los estudiantes puedan aplicar para un trabajo de oficina a los 18 años; y proyectos de empoderamiento para personas de entre 20 y 30 años.

La subvención de 2023 de la Fundación MDRT se destinará a apoyar el programa de enseñanza media de la Global Virtual School (GVS) de la WEF, un entorno de aprendizaje híbrido en el que los profesores, sobre todo de países de habla inglesa, como EUA, Canadá y Australia, imparten clases desde sus hogares a los alumnos reunidos en escuelas físicas, con la ayuda de profesores presenciales.

Otras extensiones de la WEF son las siguientes:

• Un centro físico en el norte de Pakistán, en el que se enseña inglés en dos escuelas, a las que se sumarán otras dos en 2023 y hasta seis más en 2025.
• Ampliación del alcance de la GVS en asociación con el programa American Spaces de la embajada estadounidense, con programas de becas que llevan a 20 estudiantes de Pakistán, India y Tayikistán a cursar su maestría en una escuela asociada de Atlanta, Georgia, EUA.
• Atención a refugiados de Afganistán y Tayikistán a través de la embajada estadounidense.
• Búsqueda de oportunidades para enseñar inglés a refugiados ucranianos en Moldavia, Rumanía y Polonia.

“Están pasando muchas cosas. Mi esposa y yo solemos decir que estamos más ocupados de lo que estábamos, ya que ahora trabajamos con un amplio equipo de personas dedicadas a la planificación generacional para clientes de alto capital”, afirmó Daya. “La Fundación MDRT es un socio increíble para entender quiénes somos, cómo trabajamos y lo involucrados y comprometidos que estamos juntos”.

Apoya a una organización benéfica

¡Tú, sí, tú! — puedes apoyar a una organización benéfica para que reciba subvenciones. La fecha límite para aplicar es el 1 de septiembre, y el proceso de solicitud está disponible en nueve idiomas. Visita mdrtfoundation.org para conocer más sobre esta iniciativa. ¿Tienes alguna duda? Puedes contactarte con nosotros en grants@mdrt.org.

CONTACTO

Kamal Daya kamaldaya28@gmail.com
Laura Mossakowski laura@lauramossakowski.com