Desde pedir una rendición de cuentas al personal hasta distanciarse de un mentor o dejar pasar una oportunidad de trabajo por cuidar a un ser querido, los asesores pueden enfrentarse a una cantidad inimaginable de retos difíciles. En este episodio del podcast de MDRT, los miembros compartieron cómo se enfrentaron a decisiones difíciles y qué beneficios obtuvieron sus empresas a raíz de ello. Escucha la conversación completa en mdrt.org/podcast.
Miembros que participaron:
Xiao Chen, CFP, miembro de MDRT desde hace dos años de Oakbrook Terrace, Illinois, EUA
Maria Josefa Garcia, miembro de MDRT desde hace cuatro años de Rosemont, Illinois, EUA
Stacy L. Kahan, CLTC, miembro de MDRT desde hace 28 años de Skokie, Illinois, EUA
Kahan: Para contratar a la persona adecuada, debes tener una descripción muy detallada de cuál será su trabajo, las expectativas del mismo y cómo harás que rinda cuentas. Ahora que muchos de mis empleados trabajan a distancia, es aún más necesario asegurarse de que saben lo que implica su trabajo, porque no ven ni oyen de primera mano a sus jefes y compañeros. En un momento dado, cuando viajaba con frecuencia, pedí a todos que registraran sus llamadas diarias y el contenido de la conversación. Luego yo leía las llamadas registradas todas las noches. Encontraba errores y trabajaba con cada uno para que los corrigiera. Cada uno se responsabilizaba de ellos.
Yo asistía a las llamadas con el cliente mientras los corregían. Estas lecciones eran imprescindibles. Los empleados aprendían y crecían con estas lecciones. Una de mis citas favoritas es: “Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día. Enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida”. Creo que dedicar tiempo a explicar a nuestros empleados y asegurarnos de que saben lo que se espera de ellos, enseñarles y ayudarles a aprender de sus errores marca la diferencia entre ofrecer un simple servicio a los clientes o un servicio excelente, y fomenta una mentalidad de crecimiento también en los empleadores.
Chen: Creo que una de las decisiones más importantes que tuve que tomar durante mi carrera como empresario fue cuando me inicié en el sector financiero con una mentora. Es una persona muy cálida; me enseñó mucho, todo lo que necesitaba saber para introducirme en el negocio. Sin embargo, más tarde, cuando me convertí en directivo de la empresa, surgieron algunas diferencias filosóficas fundamentales en la forma de dirigir nuestros negocios. Compartimos la misma oficina durante mucho tiempo, pero el año pasado decidí que, debido al conflicto sobre cómo formamos a nuestro personal y asociados, el resultado no iba a ser el mejor. Así pues, tomé la difícil decisión de mudarme de su sucursal a otro lugar y empezar por mi cuenta. Sigo guardándole el máximo respeto y agradeciéndole todo lo que hizo por mí. El año pasado, sin que ella participara en mis operaciones del día a día, seguí obteniendo los mismos resultados.
¿Pasaste por alguna dificultad inesperada después de que hiciste ese cambio?
Chen: Como es lógico, cuando empiezas algo por tu cuenta, hay áreas que tiendes a pasar por alto, porque si diriges tu propia tienda, tienes que asegurarte de que todo está en su sitio. Eso es algo que yo no hice. Cuando cambié de oficina por primera vez, hubo algunos momentos incómodos, pero creo que ahora ambos sentimos que fue la decisión correcta. Resultó que no fue un cambio tan drástico como yo pensaba.
Garcia: Hace 13 años, mi madre vino a vivir conmigo. Vengo de una familia de siete miembros, pero yo era la responsable de su cuidado. Claro está, no tenemos un sueldo fijo en nuestro negocio, y cuando me ofrecieron un puesto en un banco importante, me pregunté: “¿Qué hago? Ella necesita que la cuiden. Necesito cuidar de ella. Necesito estar ahí para ella y asegurarme de que ambas estamos bien. Esta oportunidad me ofrece estabilidad, pero amo mi trabajo actual. Esto es lo que hago”. Tomé la decisión de que, si iba a quedarme aquí, no solo tenía que centrarme en ella, sino en lo que tenía que hacer para que ambas estuviéramos al tanto de la situación la una de la otra.
Fue difícil, pero fue lo correcto. Decidí quedarme en mi trabajo y centrarme en lo que necesitaba para tener éxito, así como en los planes que debía poner en marcha. Tuve la suerte de tenerla conmigo. La perdí en enero de 2021, pero nunca me planteé ingresarla en una residencia para adultos ni nada parecido. Pude mantenerla y fue una decisión muy difícil, pero fue la mejor. Pude continuar, como sabemos, gracias a la flexibilidad que tenemos cuando somos nuestros propios jefes. Estuve allí para ella mientras la mantenía económicamente.
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Xiao Chen xiao.chen@18kpj.com
Maria Garcia maria6.garcia@prudential.com
Stacy Kahan stacy@kahan.xyz