“Si estuviera en un cóctel y alguien me preguntara cuál ha sido la parte más importante de mi carrera”, dijo Andrew C. Lord, CLU, ChFC, “diría que es esta”.
Esto podría parecer una exageración por parte del nuevo presidente de la Fundación MDRT en un debate sobre su participación en la organización. Pero es fácil entender por qué Lord, miembro de MDRT desde hace 35 años de Portsmouth, New Hampshire, EUA, es tan efusivo. La Fundación MDRT fue un catalizador para algunos de sus avances profesionales y personales.
La Fundación lo motivó a involucrarse personalmente en el espíritu del voluntariado, que observó de primera mano durante su infancia en Wolfeboro, New Hampshire, EUA, con una población de 3,000 habitantes. Fue allí donde sus padres (su padre, profesor de inglés de séptimo grado, y su madre, enfermera escolar) fundaron el hospicio de la comunidad y apoyaron tanto a jóvenes como a enfermos de Parkinson. “Creían firmemente en lo que hacían y tenían un profundo compromiso con la idea de mejorar mi pequeña ciudad”, afirmó.
Su participación también despertó el interés de su hijo, Hunter Charles Thomas Lord, CFP, en dedicarse a la profesión de servicios financieros. Cuando apenas tenía 15 años, Hunter, miembro de MDRT desde hace tres años, acompañó a su padre a Indianápolis (Indiana, EUA) unas semanas antes de la Reunión Anual de MDRT de 2009. Ahí, padre e hijo trabajaron como voluntarios en un proyecto de la Fundación para construir un parque infantil y pintar y arreglar cercas en un campamento para niños con discapacidades. “Mi esposa, Nancy, y yo siempre intentamos que mis hijos participaran en experiencias, así que arremangarnos y ofrecernos como voluntarios fue una decisión fácil”, mencionó Lord.
Por último, su participación en la Fundación le permitió conocer la extraordinaria generosidad de otros miembros de MDRT, algunos de los cuales dedican hasta 25 horas semanales al voluntariado y a ayudar a los demás. Formar parte del comité de subvenciones le demostró a Lord que muchas personas de MDRT están dispuestas a apoyar causas en todo el mundo. “Es una de las experiencias más aleccionadoras que he vivido en toda mi vida”, afirmó. “Me asombran los impulsos caritativos y la generosidad de nuestros miembros”.
Inicio sólido
Si piensas que el camino de Lord hacia el voluntariado fue deliberado, te equivocas. Se incorporó a la profesión de servicios financieros al día siguiente de terminar sus estudios universitarios, en una época en la que se esperaba pertenecer a una asociación profesional. Lord se unió a MDRT e inmediatamente quedó impresionado con la Fundación durante su primera Reunión Anual de MDRT en 1988.
“Mis partes favoritas de la Reunión Anual siempre han sido los anuncios de la Fundación”, dijo Lord. “Me encantó la idea de que un grupo de personas se reuniera, hiciera acopio de su energía y depositara un par de dólares en un sombrero para grandes causas en común”.
Lord empezó con una modesta aportación en el stand de la Fundación MDRT. Más tarde, durante el fonatón, empezó a aumentar la cantidad y la frecuencia de sus aportaciones. Aunque la formación que Lord recibió de la comunidad de MDRT le ayudó a multiplicar por diez su productividad, ahora reconoce que trabajaba demasiado a expensas de sus relaciones personales. El concepto de persona íntegra de MDRT y las prioridades de la Fundación MDRT le ayudaron a encontrar el equilibrio. “El crecimiento y desarrollo personal que he obtenido gracias a MDRT son invaluables”, afirma. “Les atribuyo el mérito de haberme salvado la vida”.
Cosechar lo que se siembra
La Fundación MDRT le ha dado la oportunidad de devolver más de lo que ha recibido. Lord recibió una subvención de la Fundación MDRT para Seeds of Peace, una organización que él y su familia apoyan y que lleva a personas de Israel y Palestina a un campamento de verano en Nueva Inglaterra. Ahí, estos campistas de distintas comunidades participan en actividades y conversaciones que fomentan el entendimiento, “plantando semillas” que pueden llevar de vuelta a sus comunidades.
Gracias a esta subvención, Seeds of Peace se convirtió en el socio filantrópico de la Reunión Anual de MDRT en 2004.
“Planté una pequeña semilla con mis donaciones”, dice Lord. “Empezó cuando alguien me dijo que debía solicitar una subvención. Las cosas se volvieron una bola de nieve y realmente hicieron la diferencia para ellos”.
El voluntariado de Lord en la Fundación comenzó en 2013, como miembro del comité de subvenciones, donde pudo conocer mejor los valores de la Fundación, así como el proceso de selección de las organizaciones y las causas que apoyan. También formó parte de los comités de finanzas y donaciones corporativas antes de unirse al consejo de la Fundación MDRT en 2018.
Su creciente participación, dice, surgió de sus meditaciones matutinas en las que pedía que el voluntariado se convirtiera en una parte más importante de su vida. Así que fue fácil decir que sí cuando le pidieron que dedicara más tiempo.
Como presidente, su objetivo es continuar la labor de la Fundación MDRT para globalizar la organización (en 2022 se concedieron subvenciones en 35 países) y adaptarla a la diversidad de los miembros de MDRT en todo el mundo, poniendo especial atención en los principales mercados de miembros, incluidos muchos de Asia. Esto puede lograrse, dice Lord, si continuamos aprovechando la tecnología –como la reciente eliminación del fonatón de la Fundación MDRT en favor de iniciativas impulsadas por las redes sociales, como el Gives Day de MDRT– y avances lógicos como la traducción de las solicitudes de subvención a todos los idiomas necesarios.
“Se trata de mantenerse al día, ya sea con códigos QR, redes sociales u otros medios”, afirma Lord. “Estamos utilizando nuestra increíble red para seguir llegando a las bases y difundir el mensaje”.
Lord también quiere aplicar sus habilidades organizativas para ayudar a perfeccionar las exitosas transiciones entre los comités de la Fundación de un año a otro. “Puede existir una mejor experiencia de voluntariado cuando al final las personas sienten que han completado la tarea”, dice. “Queremos mantener a esas personas comprometidas y que continúen activas”.
Por lo tanto, sin duda Lord dirá que el final de su año presidencial no supondrá el fin de su participación.
“Una de las grandes cosas de la Fundación es que nos alegra contar con cualquier nivel de compromiso, y espero seguir activo mucho más allá de mi mandato”, afirmó. “Cualquier cosa que necesiten que haga, desde limpiar después de un evento hasta hacer llamadas telefónicas a contactos. Es estupendo porque no tienes que detenerte”.
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Andrew Lord andy@essential-planning.com