Durante 20 años, para Hilda Manalo Linaac la asesoría financiera fue más una actividad secundaria con la que no se comprometía demasiado que una carrera. Esta miembro de MDRT desde hace cuatro años, de Parañaque, Filipinas, pasaba la mayor parte del tiempo ayudando en el despacho de abogados de su esposo y criando a sus tres hijos, el menor de los cuales nació con necesidades especiales.
Entonces, a finales de 2019, el esposo de Linaac sufrió un derrame cerebral debilitante y falleció tras un coma prolongado. Linaac apenas tuvo tiempo de procesar su dolor cuando se convirtió en el único sostén de su familia a medida que el COVID-19 se propagaba y paralizaba gran parte del planeta tan solo unos meses después. Ante las difíciles circunstancias emocionales, físicas y económicas, decidió enfocarse en su trabajo como asesora y afrontar tanto el duelo como la pandemia.
“Además de los ingresos que suponía la asesoría financiera, encontré mi propósito en querer evitar que otros sufrieran lo mismo que yo al tener que pagar unos gastos médicos estratosféricos tras el fallecimiento de un ser querido”, ella afirmó.
Esta experiencia le dio un nuevo impulso al motivo por el que Linaac se aventuró en los servicios financieros años antes. Por aquel entonces, quería continuar con la estructura que había disfrutado trabajando como docente y encontrar una profesión con la flexibilidad necesaria para satisfacer sus necesidades personales y estimular su naturaleza creativa. Sin embargo, como asesora financiera, su cliente más difícil fue su esposo. No le entusiasmaba el seguro de vida y no tenía una cobertura amplia.
Reconectar y actualizar
Sin más remedio que poner su actividad secundaria en primer plano, volvió a contactar a antiguos clientes, muchos de los cuales había asegurado cuando tenía unos 25 años. La mayoría de ellos eran más o menos de su edad, habían progresado en sus carreras y tenían mayores ingresos.
Ahora no solo podían y estaban más dispuestos a considerar productos de seguros con primas más altas cuando Linaac los contactaba para revisar sus pólizas, sino que además le daban referidos que impulsaron significativamente su negocio, que pasó rápidamente de renacer a prosperar.
Además, Linaac se enfocó en reforzar sus habilidades como asesora financiera, tomando clases para aprender a dirigirse y atraer a personas de alto capital. Su estrategia fue inteligente. Le pidió a un amigo suyo, que era actuario, que le ayudara a crear hojas con fórmulas que incluyeran cálculos para que los prospectos y clientes pudieran comprender mejor cuánta protección, ahorros para el retiro y financiamiento para la educación necesitarían. Linaac solo tiene que introducir las fechas de nacimiento en la hoja, y a continuación aparecerá la cantidad que necesitan para trabajar juntos a través de seguros e inversiones. De este modo, no tiene que realizar tediosos cálculos delante de los clientes y prospectos, lo que le da más tiempo para desarrollar las soluciones adecuadas para ellos.
Por supuesto, con la pandemia en curso, Linaac veía el estricto confinamiento en Manila como una bendición y una pesadilla. Si bien, en un inicio, no poder reunirse personalmente con los clientes fue un obstáculo para conectar con ellos, la adopción generalizada de los servicios a distancia le permitió aprovechar las plataformas digitales y reunirse con más clientes sin salir de casa. Con sus hijos de luto por la pérdida de su padre, Linaac compaginó dedicarse a su carrera con ser una madre cariñosa. Incluso les pedía ayuda a sus familiares cuando no podía asistir a las actividades de sus hijos debido a citas con clientes.
Organizando meticulosamente su agenda y buscando ayuda cuando era necesario, calificó para MDRT por primera vez en 2021 y ha calificado todos los años desde entonces.
De la turbulencia al triunfo
Durante su ascenso profesional, Linaac reconoció la importancia de afrontar su dolor. Encontró consuelo en su espiritualidad y en la escritura, lo que la llevó a publicar un libro sobre sus reflexiones. Aunque sus hijos dependen principalmente de ella, Linaac sabía lo importante que era cuidar de sí misma y darle prioridad a su salud a través del ejercicio y el deporte. Estas actividades le permitieron ampliar y diversificar su red de contactos y llegar a más prospectos, con lo cual generó nuevos clientes a quienes conoció en el gimnasio o jugando bádminton.
Su experiencia le ha demostrado que los periodos de turbulencia pueden dar lugar a momentos de triunfo. Hace poco, se encontraba en un vuelo turbulento después de haber realizado una presentación como oradora en Cebú. Al percibir su intranquilidad, su compañero de asiento, un señor mayor, comenzó a hacerle plática. Ella respondió las preguntas que le hizo sobre su viaje, y él, a su vez, le contó historias sobre su familia. Tras el vuelo, intercambiaron información de contacto y, poco después, el caballero la buscó para pedirle información sobre seguros. Aunque aún no sabía lo que necesitaba, su orgullo al hablar de los logros profesionales de sus hijos dejaba entrever la posibilidad de que buscaba una planeación patrimonial.
Con la asesoría de Linaac, ahora está considerando pólizas para sí mismo y para sus hijos.
Si bien no hay forma de prever cuándo las tormentas sacudirán nuestras vidas, Linaac cree que nunca nos llega ningún reto que no podamos manejar. “Buscar tu verdadera ancla te fortalecerá para sortear cualquier tormenta y encontrar lo bueno en todo”.
Therese Panganiban es redactora en Team Lewis, una agencia de comunicaciones que apoya a MDRT en el desarrollo de contenido para los mercados de la región Asia-Pacífico. Contacto mdrteditorial@teamlewis.com.
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