Miembros participantes:
Regina Bedoya, CLU, ChFC, miembro de MDRT desde hace 30 años y expresidenta de MDRT de Juno Beach, Florida, EUA
John J. Demboski, CFP, miembro de MDRT desde hace 18 años de Santa Barbara, California, EUA
Joseph L. Di Bella, LUTCF, miembro de MDRT desde hace 19 años de Albany, Nueva York, EUA
Addie Murdock, miembro de MDRT desde hace 11 años de San Diego, California, EUA
¿Cómo se crea un grupo de estudio y por qué se necesita llevar una agenda? Durante una discusión en panel que se llevó a cabo en la Reunión Anual de Top of the Table 2022, los miembros de MDRT hablaron de cómo empezaron sus grupos, de los beneficios que están obteniendo y de por qué tener una estructura y responsabilidad conduce al éxito de un grupo.
Demboski: He aprendido mucho de mi grupo de estudio. Es el único lugar donde la gente se siente muy cómoda diciéndome que no sé cosas. Cuando tienes un grupo de estudio, tienes gente que te conoce, confía en ti y te respeta, y hay suficiente compenetración como para que te digan: “John, en realidad esa es una idea terrible. No deberías hacer eso”. Si no tenemos un grupo de estudio, corremos el riesgo de encontrarnos en una cámara de eco en la que nuestros clientes y equipo nos dicen que somos increíbles, y acabamos perdiéndonos la crítica objetiva que puede impulsarnos hacia adelante.
Bedoya: Creamos nuestro grupo de estudio hace 10 años de forma un tanto accidental. No fue una acción intencionada. Habíamos asistido a una Reunión Anual y algunos de nosotros decidimos que sería estupendo reunirnos para seguir hablando de lo que acabábamos de vivir en la reunión. Compartimos lo que aprendimos y las ideas y estrategias que podríamos aplicar en nuestros propios negocios. Después de unas cuantas reuniones, contratamos a un coach para que nos ayudara a estructurar las agendas de nuestras juntas y asegurarnos de que utilizábamos nuestro tiempo de forma productiva. Entonces comenzamos a llamarlo grupo de estudio, el grupo de estudio MAIA. Formar parte de él nos ha permitido a todos lograr resultados que hasta entonces parecían inalcanzables.
Di Bella: Llevo 15 años en mi grupo de estudio. Buscaba crecimiento personal y profesional y sabía que no podía hacerlo sin ayuda. Nuestro grupo se integró de manera muy orgánica. Como en tu caso, nos conocimos en varios eventos de MDRT y del sector, y éramos personas afines. Algunos de nosotros fuimos a un partido de béisbol, así es como empezó todo. Después formalizamos y le dimos mucha estructura a nuestro grupo.
Empecé a trabajar con un socio, que era mi padre. Somos dos personas muy diferentes con dos visiones y objetivos muy distintos. Mi padre era un vendedor de seguros de la vieja escuela, y lo hacía muy bien. Yo quería ir en otra dirección y adentrarme en la planeación holística e integral y en la gestión de activos, algo que a él le era ajeno y no le apasionaba.
Estuvo en nuestro grupo de estudio durante muchos años, y el grupo pasó un día entero en nuestra reunión anual ayudándonos a mi padre y a mí a crear una estructura y una estrategia en nuestro negocio. Esa conversación no habría tenido lugar sin el apoyo de nuestro grupo de estudio. Fue realmente transformador para mí y para mi familia, y también para mi padre.
Bedoya: En realidad no sabíamos muy bien cómo estructurar un grupo de estudio. Yo también creo que nuestro grupo surgió de forma orgánica. El coach que contratamos nos presentó un sistema llamado “The One Page Business Plan” (El plan de negocios de una página), de Jim Horan. Hay muchas versiones, incluida una para asesores financieros. Ofrece pasos muy concretos y sencillos para crear una declaración de misión, una declaración de visión, objetivos y metas medibles que deben alcanzarse en un plazo determinado.
Adoptamos este sistema y, una vez que compartimos los planes de cada uno, pudimos apoyarnos, guiarnos y responsabilizarnos mutuamente. La combinación de estructura y confianza entre los miembros nos permitió exponer vulnerabilidades y retos y lograr el crecimiento en distintas áreas de nuestras vidas.
Di Bella: Estuve en dos grupos de estudio. Uno fracasó y el otro prosperó. Dedicar tiempo y determinar por qué el primero fracasó fue realmente importante y le ayudó a nuestro grupo actual a tener éxito. Parte de ello es la estructura de nuestro retiro anual. Preparamos una agenda muy completa. El grupo es lo suficientemente pequeño y podemos obtener retroalimentación de los demás miembros y asegurarnos de que tocamos todos los temas de los que quieren hablar durante la reunión.
Sin embargo, hubo momentos durante la reunión anual de nuestro grupo en los que algunos de nosotros, incluyéndome, quisimos abandonarlo. No sentía que estuviera consiguiendo lo que quería porque no había claridad al establecer las expectativas sobre lo que los miembros debían aportar al retiro anual. En lugar de quejarnos, otro miembro y yo pasamos a la acción y elaboramos una agenda exhaustiva. Eso fue realmente clave. La otra parte es que nos reunimos una vez al año durante cinco días. Es un gran compromiso. Nos pedimos unos a otros tomar tiempo destinado a nuestra familia y nuestros negocios.
Tenemos que encontrar valor, así que creamos este round robin en el que cada miembro hace que los otros siete miembros le cuenten al final de la reunión cuáles son sus mayores aprendizajes y cuáles deberían ser sus cambios en función de las conversaciones que mantuvimos a lo largo de la semana. El resultado es un plan de acción que cada miembro se lleva a casa. A continuación formamos parejas, de modo que dos miembros del grupo se reúnen mensualmente para un control de rendición de cuentas.
El grupo de estudio que no funcionó se enfocó en estrategias de inversión y planeación. Fue una avalancha rápida de datos de un día, y no hubo conexión adicional, y ese grupo se quedó en el camino. Era un gran grupo de gente, muy inteligente, con mucho éxito, pero no había ese vínculo emocional que yo buscaba.
Murdock: Una persona abandonó mi grupo y volvió meses después suplicando que le permitiéramos regresar. Lo dejamos reincorporarse y fue muy interesante verlo. Dejó el grupo pensando que no aportaba valor y volvió cuando estuvo preparado para ver ese valor. Otro elemento de tu grupo que es similar al mío es la rendición de cuentas, tener personas a las que puedes acudir, que tienen expectativas de ti y te hacen responsable de presentarte con un plan. En nuestro grupo, todos pasamos lista y mencionamos que estamos documentando lo que sea que esté pasando en nuestra vida, y aquí es donde estamos, y vamos a estar presentes. Luego pasamos a lo que llamamos la “actualización del 5%”. Se trata de las mayores victorias o retos que tenemos ahora mismo, y se supone que debemos elegir dos. Muchos de ellos están relacionados con los negocios. A veces están relacionados con lo personal, pero nos permiten despojarnos de algunas de esas capas de vulnerabilidad y sumergirnos en las dos cosas más importantes que nos afectan. Luego hablamos de los sentimientos que se asocian a lo anterior y qué tan urgente es, y después el grupo vota sobre lo que vamos a hablar.
A veces es una situación muy personal. Otras veces es un reto empresarial por el que votamos. A continuación, le hacemos preguntas que nos permitan entender más a la persona que designemos. Obtenemos información más detallada. Trazamos una estructura, la repasamos cada vez y nos aseguramos de cumplirla, aunque a algunos de nosotros no nos guste seguir las normas. Realmente nos permite tener esa combinación emocional y personal mezclada con mucha planeación profesional porque todos estamos en el mismo sector.
Contacto
Regina Bedoya reginamdrt@gmail.com
John Demboski john@dcfis.com
Joseph Di Bella jldibella@ft.newyorklife.com
Addie Murdock addiemurdock@me.com