Asegurar y proteger

De niño Daniel Blumberg se disfrazaba de oficial de policía cada Halloween. Eso es lo que quería ser de grande, y esa fue la carrera que siguió, haciendo prácticas durante cuatro años en el departamento de policía local de la ciudad mientras obtenía su título como licenciado en administración de empresas en la Universidad de Radford, en Virginia. Cuando volvía a casa durante las vacaciones de verano, a la granja de su familia en el valle del Hudson, en Nueva York, hacía prácticas en los departamentos de los alguaciles locales y en la policía estatal con el objetivo de algún día llegar a ser asesor de campo de la Oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés).

“Lo que el FBI quiere es un título de licenciatura, y yo hice mi currículum lo mejor que pude y mi lista de contactos para que me ayudaran a obtener un empleo en algún sitio”, dijo este miembro de MDRT desde hace cuatro años de Pawling, Nueva York, EUA. “Por la razón que fuera, quería servir y proteger”.

Funcionó. Después de graduarse, tuvo varias ofertas de trabajo de organismos encargados de hacer cumplir la ley y empezó el proceso de entrevistas con el FBI. Sin embargo, aquel verano, mientras instalaba una valla eléctrica en la granja, tuvo un accidente que cambió el curso de su vida y su relación con los primeros respondientes.

El accidente

Blumberg sujetaba un carrete de cable de acero bajo el brazo izquierdo mientras cortaba el alambre utilizando unas tijeras con la mano derecha. El cable se partió, retrocedió y le desgarró el ojo derecho. Fue trasladado a un hospital de Nueva York para una cirugía de urgencia que duró ocho horas. Los médicos le detectaron dos importantes infecciones oculares, que lo tuvieron en el hospital durante semanas de tratamiento. Más tarde fue necesario realizarle un trasplante de córnea, y después tuvo que someterse a otra operación para volver a unirle la retina. Esos procedimientos no pudieron salvarle el ojo, y entonces una enfermedad autoinmune le atacó el ojo izquierdo. Estuvo completamente ciego durante tres meses, hasta que su familia encontró a un médico que le devolvió y corrigió lo que le quedaba de vista. Pero lo que le quedaba de visión le impidió convertirse en agente federal.

“Con aquel accidente me di cuenta de que una sola parte del cuerpo eliminaba todos los aspectos de lo que quería hacer”, dijo Blumberg. “Perder la visión es una cosa, pero perder la carrera, ese fue el segundo gancho al hígado. No sabía lo que quería hacer, ya que hasta entonces había pasado toda mi vida preparándome para obtener un puesto en primera línea de las fuerzas del orden”.

Eje profesional

Podría haber trabajado en ese sector como despachador, funcionario de prisión o en algún tipo de cargo de apoyo, pero esas opciones estaban demasiado lejos de lo que él había soñado hacer. Su padre, John, era asesor de servicios financieros y exmiembro de MDRT –había calificado en dos ocasiones–, pero Dan no sabía exactamente qué era eso, aparte de que llevaba corbata y hablaba con mucha gente de Wall Street, en Manhattan. Sí recordaba que su padre había asistido a 41 funerales durante los meses posteriores a los atentados de septiembre de 2001, de personas que murieron en el derrumbe de las torres del World Trade Center. John había estado muchas veces en las torres para reunirse con los clientes, y tramitaba las reclamaciones por fallecimiento del seguro de vida para sus familias.

“Yo era un niño entonces y no lo tomé muy en serio, pero ahora que lo veo en retrospectiva, fue absolutamente asombroso lo que hizo en aquella época. No sabía qué esperar, así que fui a su oficina para tantear el terreno y me obsesioné por completo”, dijo Blumberg.

Empezó a conocer las herramientas y estrategias para crear planes de seguros y a disfrutar las reuniones presenciales con los clientes en sus casas –su forma de interacción preferida para las reuniones, a pesar de la comodidad de las videoconferencias– y a buscar formas de ayudarlos y protegerlos. Su estrategia consistía en averiguar dónde se encontraban sus clientes desde el punto de vista financiero, así como cuáles eran sus objetivos y preocupaciones, y luego trabajar para que obtuvieran una situación mejor. Ese ejercicio, que podría conllevar hasta tres o cuatro visitas antes de firmar un contrato, puede incluir también una invitación a la granja, donde las familias de los clientes dan un paseo en carreta tirada por caballos de tiro que los Blumberg crían junto con bueyes, cabras y otros animales.

Blumberg empezó a construir su base de clientes con sus contactos policías, bomberos y militares, y bromea diciendo que debe ser ley que los policías tengan que casarse con una maestra o una enfermera. Así que hizo incursiones en escuelas y hospitales con los compañeros de los cónyuges. Los trabajadores de estos campos suelen tener una pensión generosa o un paquete de compensación diferida, pero les faltan décadas para jubilarse y tocar esos beneficios. Blumberg presenta el seguro de vida permanente como una forma de llenar el vacío entre el trabajo y la jubilación. Genera dinero más rápido que una cuenta corriente; es líquido, a diferencia de una cuenta de jubilación, y protege a la familia. También les cuenta su historia a los primeros respondientes y cómo le gustaría poder llevar una placa como ellos, pero no puede.

“Así pues, lo siguiente que puedo hacer es proteger a esas personas con las que solía trabajar frente a tres escenarios distintos: fallecer prematuramente, enfermar o vivir una vida larga y sana”, dijo Blumberg. “Comparto mi historia con todos mis clientes, pues para mí es muy importante que sepan por qué me apasiona tanto el trabajo que hago”.

Desde que se unió a la correduría independiente de la familia hace 10 años con su padre, su hermano Nick y su madre DeAnn, Blumberg nunca ha tenido que hacer una llamada en frío y su negocio se basa al 100 % en referidos. Muchos de sus clientes opera- rios conocen también a personas de alto capital, lo que le permite cultivar también su negocio en ese mercado. Calificó para Top of the Table en 2022 y está en camino de alcanzar de nuevo el nivel más alto con la producción de este año.

Pivotar para convertirse en asesor reavivó la misión que una vez buscó en las fuerzas del orden.

“A mi padre siempre le gusta decir que sigo protegiendo y prestando servicio, solo que sin placa. Soy un poco adicto a ello. Me encanta la sensación de estar frente a la gente, ayudando y resolviéndoles problemas. “Ayudo a mucha más gente de la que hubiera ayudado como oficial de policía”, dijo Blumberg.

Contacto

Daniel Blumberg dblumberg@tnorthfinancial.com